miércoles, 4 de mayo de 2011

Dulces sueños

Songs just come out of poems, and sometimes poems come out of dreams, or reality or something I wanna say...
¿Cuál es el momento más bello que recuerdas haber vivido? Más aún, si dentro de 50 años te plantearas la misma pregunta, ¿cúal crees que sería tu respuesta?

Personalmente creo que son los momentos de unión. Unión en todos sus sentidos. Creo que estos suelen ser los momentos por los que merece la pena vivir la vida. Y ya no solo la unión con otra persona, en cualquiera de los planos, pero que en última instancia se refleja en el amor. Hacerle el amor a una persona...amarla con todos tus sentidos...¿acaso no es esto bello?

Y sinceramente pienso que nos equivocamos al pensar que amaremos a pocas personas...¿Por qué?, me pregunto a veces. ¿Acaso no es hermoso amar?

Se puede llegar a querer...y por ende a amar a un amigo. Se puede amar una canción...Se puede amar a un cantante. Se puede amar un sitio especial para nosotros. Se puede amar a una persona a quien solo has visto una vez, a la imagen que ha quedado grabada a fuego en tu memoria de una persona con la que coincidiste un azaroso día en el que tus pasos y los suyos se encontraron, entrelazándose vuestras vidas por unos segundos para darse de lado más tarde. Un recuerdo quizás...El amor implica ilusión hacia lo amado, y esta es la chispa de la vida.

Parafraseando a Jeff Buckley, que últimamente ronda demasiado por este, mi espacio personal, diré que si bien él quería ser recordado como un buen amigo, yo prefiero ser recordado como alguien que amó. Alguien que amó e intentó ser feliz y extender esa felicidad a los seres que apreciaba. Alguien que valoraba lo que valía la vida, y sabía apreciarla.

Esto no es sino una humilde declaración de intenciones, de ambiciones de toda una vida. Puede sonar idílico, pero si me negara a pensar que puedo alcanzarlo, mi vida sería un camino mucho más dificultoso.

Podría elegir el camino opuesto, el "mal", como nos gusta denominarlo. Pero sincermente pienso que las acciones que más felicidad reportan a uno mismo, al menos en mi caso sí que es así, son aquellas en las que uno se entrega de forma generosa a los demás sin esperar recibir nada a cambio. Uno no pretende que la persona a la que ama le haga mil regalos o lo que sea. El que ama sinceramante solo desea que la persona amada le sonría, ya sea amigo, familiar o acompañante en nuestro camino por un tiempo.

Llamadme romántico, pero quién de vosotros no ha disfrutado al ver cómo aquella persona a quien amáis ha esbozado una sonrisa que vosotros le habéis provocado. ¿Quién puede no amar la belleza? El hombre no nace predeterminado con una forma de ser inherente a él, uno elige cómo y qué ser en la vida.

Un profesor me recuerda a menudo que los artistas muchas veces son aquellas personas que captan la belleza y te la muestran tal y cómo es para que uno la aprecie, ya que solemos ignorarla. Como él dice..."solo cuando Velázquez te pone delante uno de esos mantos de color blanco, que a la vez están compuestos por miles de colores, es cuando uno aprecia completamente la belleza de un simple objeto tan cotidiano como ese". Quizás no sean esas las palabras exactas, pero sí sé que es lo que me transmiten.

Con esto no hago sino recordarme que esto no puedo olvidarlo.


I want to see you shine

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