martes, 17 de mayo de 2011

Vanidad

"El pórtico de la Majestad (Toro, Zaragoza) está configurado como un texto cuyo objetivo era la enseñanza de las Sagradas Escrituras. En las arquivoltas del pórtico se desarrolla una compleja iconografía que recorre el cielo, el purgatorio y el infierno. Aparte del interés propio del pórtico, para nosotros tiene mucho valor un pequeño detalle, casi insignificante, que se puede apreciar a la derecha del pórtico; allí donde comienza el infierno está el demonio dando paso e impidiendo la salida de las almas castigadas, que se representan con figuras semihumanas. Junto a la figura diabólica, representada con sus atributos tradicionales, un personaje vestido de negro sostiene un compás de gran tamaño. Pocas veces en la Edad Media se ha representado al arquitecto, y por lo tanto no existen atributos iconográficos que ayuden a identificarlo; sin embargo el compás siempre estuvo relacionado con la sabiduría esotérica de los maestros de obra. El personaje representado en el primer puesto del infierno, a la derecha del propio demonio, es una de las primeras representaciones del arquitecto como oficio genérico. Un especialista en iconografía e historia medieval nos confirmó que la representación del arquitecto, junto al demonio, en el pórtico de la Majestad trata de hacer presente el peor pecado que puede tener el hombre: la vanidad.

Los artistas y los cómicos, cuando protestan contra la guerra, sólo son un reflejo de la sociedad, de su proximidad. A menudo la distancia que separa a los arquitectos de la sociedad es infinita; los arquitectos también podrían aprender de cómicos y payasos y, abandonando su vanidad, transformarse en un reflejo de la sociedad, de esa sociedad a la que deben cobijar; la arquitetura sólo tiene sentido en la medida que colabore solidariamente a catalizar la esencial búsqueda de felicidad de las personas."*

*Conversaciones de Viaje. Luis M. Mansilla y EmilioTuñón.

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