sábado, 31 de diciembre de 2011

Ese muñeco

A veces tengo la sensación de tener que comportarme del mismo modo que lo haría un autómata en mi lugar. Cuando me veo en esas situaciones no puedo sino pensar: ¿Por qué tengo que hacer las cosas de esta manera? Este período de tiempo que llamamos navidad no hace sino incrementar esto.

Soy una persona que por desgracia se harta de las convenciones sociales. Me aburren. Me hastían. ¿Por qué he de aguardar una fila india al final de la misa de una persona fallecida para dar el pésame mediante un abrazo o un beso? Antes de mí ya lo han hecho otras 50 personas, y de hecho has de esperar a que el que tienes delante termine sus movimientos para poder entonces imitarle tú, como perritos. Disculpen mi rareza, pero prefiero la intimidad para dar el pésame. No tengo que quedar bien con nadie.

¿Por qué tengo que hacer hoy día 31 una comida especial con una fiesta especial en un día normal? ¿Acaso la familia no puede reunirse en otro momento igual de normal? Nos aferramos a cualquier ocasión especial para huir de una vida que por lo general nos atosiga a diario, mediante el trabajo, mediante los disgustos familiares...

Es triste. El ser humano inventa estos rituales para hacer su vida más pasajera, más llevadera. En vez de enfrentarse a su propia vida, preferimos eludirla pensando en banalidades creadas por el hombre. Que si deseo que llegue el fin de semana para descansar...que si anhelo las vacaciones...que si quiero entretenerme jugando a la consola...¿Hola? Una dosis de realidad por favor...esto es grave.

Como rebeldía. Por ser yo mismo y no uno más: Buenas noches.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Wonderful Life

Hace ya meses que llegué a esta conclusión, pero últimamente se han ido abriendo varios caminos que puedo escoger, y estos me han hecho volver a pensar en esto (para los incrédulos, esos caminos conducen todos al Mons Veneris. Que esto sirva para desmentir ciertos prejuicios. Que esto sirva asímismo como disculpa por lo explícito y gráfico de mi explicación).
Me sorprendió mucho darme cuenta de que hasta ahora creo haberme enamorado previamente de la idea de amor en vez de sentirla plenamente. No es tan triste como parece, aún soy joven, y esto demuestra aún más la inmadurez de mis sentimientos. No sé si seré de los pocos que piense esto, pero, ¿acaso no nos emocionamos, en muchas ocasiones antes de querer realmente a la persona, de la idea que nos produce el imaginárnos cuán perfecto será todo con esta otra persona? ¿O más bien se trata de las ganas que uno tiene de compartir experiencias con otra persona lo que hace que nos aventuremos a engañarnos respecto a nuestros sentimientos?

Bien es cierto que estas reflexiones las hace uno a posteriori, con conocimiento de causa, una vez todo está enfriado...pero espero que esto no le quite valor. Es desde que sé esto que comprendo la tremenda dificultad que supone encontrar a una pareja que nos complemente enteramente (no hablo ni de la pareja perfecta, ni de media naranja,...simplemente aquella que nos puede llenar completamente). Sorprendentemente difícil.

No es posible que todos los matrimonios estén formados por "idílicas parejas perfectas"...como demuestra la evidencia. Pero además, me atrevo a decir que a muchos matrimonios cuyos componentes se encuentran hoy día más cerca de la muerte que de los tiempos de su juventud los une un lazo cuya raigambre se afianza en el tiempo, en el cariño, en la necesidad,...pero no siempre en la idoneidad de la pareja. Es difícil de digerir. Pero esto me anima a emprender la búsqueda.

¿Qué vendrá luego? ¿Qué vendrá cuando uno consigue encontrar a una persona con quien compartir su vida?
Todavía no lo sé, pero espero que el tiempo me lo diga. De todas formas, no es tan mala la soledad.

In the quivering forest,
Where the shivering dog rests,
Our good grandfather
Built a wooden nest.

Solo soy otro chico perturbado por la sociedad que le ha tocado vivir. Ahora sí puedo comprenderos Robin Pecknold, Jeff Tweedy, Jeff Buckley, Nick Urata, Thom Yorke, Bob Dylan, Javier Krahe, Jónsi, Leonard Cohen, Peter Doherty, Marcus Mumford, Louis-Jean Cormier, Bertrand Cantat, TomWaits, Gruff Rhys, Nick Drake, Win Butler, Zach Condon,...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Grapefruit Moon - Tom Waits


'Cause every time I hear that melody, well, something breaks inside...

jueves, 17 de noviembre de 2011

Entierro literario de Michel Houellebecq

En una incineración hay siempre ruidos de maquinaria, los quemadores de gas que producen un estrépito espantoso, mientras que allí el silencio era casi perfecto, únicamente perturbado por el ruido relajante de los terrones que chocaban contra la madera y se desmenuzaban suavemente sobre la superficie del ataúd. En el centro del cementerio, el rumor del tráfico era casi imperceptible. A medida que la tierra llenaba la fosa, el ruido se volvió más sofocado, más mate; después colocaron la losa.

La carte et le territoire

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ha sido una tranquila cena

Prisma 1.

Para qué negarme lo evidente. A menudo me mantengo al margen de la película que se desarrolla a mi alrededor. No me interesa ningún papel, ni siquiera secundario. Ese hastío hacia la gente me desagrada. No quiero aburrirme tan fácilmente. Me gustaría encontrar una chispa de vida en todo acto. Me gustaría ilusionarme por cada conversación comenzada. Me gustaría saborear cada palabra intercambiada...pero me resulta tan difícil...

Miro a mi alrededor y se me abre un amplio abanico de posibilidades...múltiples caminos a tomar...pero ninguno me suele ilusionar. Bien es cierto que cuando hallo mi senda, irradio alegría.

En mi opinión todo el mundo tiene algo que aportar...por eso es indispensable que siga esforzándome en conocer a las personas. De todas puedo aprender. Pero cuando no sacan a relucir lo que valen, o cuando para un gramo de arena, hace falta 1 kilo de cal...¿realmente merece la pena seguir?

Con esto quiero decir que quizás no esté hecho para entablar relaciones con todo el mundo. Las personas que satisfacen mis necesidades son menos abundantes que las que, por el contrario, me fatigan y repulsan. Soy una persona socialmente muy desarrollada, y puedo manejarme con soltura en casi cualquier conversación, pero cuando estos pequeños esfuerzos de ser más elocuente con tus interlocutores acaban por desvelarte lo que en el fondo esperas...¿hay que seguir en el empeño? ¿Es necesario repetir, cual autómata, frases hechas que encajan sin necesidad de costuras en el diálogo? [¡Qué original eh!] Con 18 años prefiero optar por hacer caso a mi estado de ánimo, él dicta si he de esforzarme por hablar o si por el contrario he de quedarme callado, en silencio, observando. No me gustan las cosas fáciles, y por si no ha quedado claro lo que quería decir con lo de las costuras, lo diré con otras palabras: ¿Qué porción de nosotros va impregnada en los sonidos que emitimos, formando palabras, frases, conversaciones en un principio complejas? ¿Somos todo lo que decimos? ¿En qué parte es heredado? Por si no lo tienes claro, mañana, comiendo con alguien en la mesa o hablando con alguien en la escuela o en el trabajo, piensa: ¿Esto que estoy diciendo variaría mucho de lo que podría decir esta persona X, a la cual desconozco?

Y aunque con lo que aquí recojo se dé una imagen de mí bastante sobria y solitaria (obscura), puedo asegurar que justamente mi estado de ánimo es el contrario. Suelo ser una persona bastante animada, divertida, que tira de los demás para que la llama no se enfríe.

Prisma 2.

No me gustan los prejuicios, y creo firmemente en que todo ser humano es bello...pero eso sí, hay seres humanos que se empeñan en arruinarse esa belleza a toda costa. Cuando uno lleva una máscara por tanto tiempo, ¿no es cierto que a uno se le olvida que la lleva puesta? ¿Sigue habiendo esperanza de conocer el verdadero rostro que dormita en el interior? -Firmemente pienso que sí, pero a veces es casi imposible.

Como con-viviente de un colegio mayor, comparto diariamente gran parte de mi tiempo con otras 42*4=168 personas (+ personal). Perfectamente puedo entablar conversación con la mayoría de ellos. Y el hecho de que haya personas con las que no puedo conversar se debe más a una antipatía|recelo que mi persona crea en ellos que vice versa. De corazón puedo afirmar que a ninguno de mis compañeros odio. Aunque si es cierto que muchos me aburren y no me interesan. Esa quizás sea la mayor verdad de lo que he escrito...que no me interesan (y les pido disculpas...pero no puedo evitarlo).

En resumen, que las conversaciones, o mejor dicho, lo que esas personas aportan de ellas mismas a las conversaciones que mantienen, por muy banales que sean, me cansa, me aburre, ya estoy acostumbrado a ello. No me sorprende.

Pasando el tamiz a estos 160 (algo extensible a la mayoría de gente que conozco; aunque aquí me centro en ellos por tener la obligación|suerte de con-vivir con-ellos) nos quedamos con un grupo reducido...al cual no quiero ponerle cifra...pero que podréis imaginaros. Ese pequeño grupo realmente me permite ser yo casi plenamente. Entre ellos se encuentran personas que me fascinan, personas que quieren conocerme (y yo a ellos), personas casi idénticas a mí con las que comparto aficiones, mis antítesis, pero con las que congenio genial...Hay de todo vaya.

Como eco de lo dicho, que quede constancia de que no pido mucho. No exijo nada más que una persona que quitando nuestros 'yo' festivos, tenga además un 'yo' con el que se pueda mantener una conversación y dialogar. Solo eso...¿a que no es tanto?.

Prisma 3.

Esto son vueltas de más. Realmente uno llega a pensar en esto cuando ha tenido la maravillosa suerte de conocer a muchísimas personas, todas ellas diferentes, que le complemetan. Uno se vuelve exigente...pero la universidad parece que crea un gran grupo homogéneo de personas. Personas en serie, podríamos denominar el efecto. ¿Se seguirá manteniendo tan homogéneo?

Y cerrando con una frase de un gran amigo que desobedece estos fenómenos sociales:
"Jamás he conocido a nadie con quien ser yo realmente, por eso he tenido que adaptarme. Me costó mucho esfuerzo pero lo conseguí. Estoy orgulloso de lo que hice, pero ahora me doy cuenta de que hasta que no he conocido gente con la que ser yo realmente, no he podido ser feliz con una amistad (me he negado)". Que no os pase a vosotros ese error, no os neguéis.

Gracias. Esto va por vosotros. A todos los que he conocido y amo. Por todos los que amaré

miércoles, 25 de mayo de 2011

Nadie es una isla

"Quien no haya visto el día de la revolución en un pueblo pequeño, en donde todo el mundo se conoce y se ha conocido siempre, no ha visto nada." (Ernest Hemingway - Por quién doblan las campanas)

No man is an island,
Entire of itself.
Each is a piece of the continent,
A part of the main.
If a clod be washed away by the sea,
Europe is the less.
As well as if a promontory were.
As well as if a manor of thine own
Or of thine friend's were.
Each man's death diminishes me,
For I am involved in mankind.
Therefore, send not to know
For whom the bells tolls,

John Donne


¿Quién te crees que eres? ¿Quién te crees que eres para tratar a otro ser humano como tú de esa manera? ¿Quién? ¿Quién? ¡¿Quién?!

sábado, 21 de mayo de 2011

Que les jodan a los Beatles

Tenemos a Arcade Fire



I went into the crapper and took myself a beautiful beershit. Then I went to bed, jacked off, and slept.

Charles Bukowski, un loco-genio-

viernes, 20 de mayo de 2011

15 M

Ay de mi pena mortal
¿por qué me alejo España de ti?
¿por qué me arrancan de mi rosal?

Quiero yo volver a ser
la luz de aquel rayito de sol
hecho mujer
por voluntad de...


Estaba en una de las garitas de guardia. Nosotros estábamos hacinados en la celda que daba al patio del monasteriado, y de pronto se puso a cantar...

Una de las canciones más tristes.

jueves, 19 de mayo de 2011

If the doors of perception...

Tras mucho tiempo queriendo hacerme con el libro, al fin lo tengo en mis manos. Es más fino de lo que pensaba. De hecho es una serie de tres, y en el que he comprado se concentran los dos primeros, así que solo me faltará el último para completar mis primeras indagaciones en un mundo que me intriga.

El libro es "Las puertas de la percepción", y para hacerle honor al tema que trata, me he comprado un póster de un poeta americano que también tuvo sus más y sus menos con todo esto de la psicodelia.

William Blake. High. Peyote. Lucy. Whisky a go go. Mezcalina. Realidad. Música. Vida...No son más que palabras, pero me interesa, qué le vamos a hacer.

Aquí dejo una canción del último disco de un grupo que me hace sentir un observador lejano de la realidad que me rodea. Como si ya no formara parte del mundo. Simplemente como si yo fuera ese mundo. Etéreo y liviano me expando en derredor sin ningún contingente que retenga mi liberación. Escuchándolos es cuando vivo uno de esos momentos en los que alcanzo una armonía especial con un mundo que a veces me cuesta reconocer.

Barruntando la soledad

Es mi primera visita a un edificio de una importancia arquitectónica considerable siendo consciente de dicha importancia. El edificio en cuestión es una iglesia. Construída en ladrillo, su torre se alza imponente cuando uno se acerca a ella. Llama la atención la cantidad de requiebros que hace el ladrillo en dicha torre.

Una vez dentro, es imposible no dejarse maravillar por esa distribución de una planta centrada en donde hay una constante degradación que se extiende a los cuatro brazos que surgen del foco de la iglesia, a su vez foco luminoso, pues el arquitecto, con un divertido uso del ladrillo, ha ido cerrando la cúpula girando, rotando y superponiendo estas piezas de adobe.

Pero mi atención no se centra mucho tiempo en esta maravilla arquitectónica, cuyo aire embriagador es una muestra de humildad. Toda mi atención va a parar en una hermosa chica que ha entrado poco después de nosotros (¿o fue antes?).

La iglesia está completamente vacia, a excepción de nuestro grupo y dicha chica. Es hermosa. No puedo parar de fijarme en ella conforme voy recorriendo la iglesia por los laterales, como si de una iglesia de peregrinación románica se tratase (no hay que perturbar la paz que irradia el centro de la iglesia). No estuvimos mucho tiempo dentro. Después de echar un vistazo a la cripta y a otras estancias de la iglesia salimos.

No han pasado más de dos meses desde aquella visita, y hoy me he sorprendido, probablemente suscitado por la lectura de "Pensar la arquitectura" (de Peter Zumthor), a mí mismo pensando por qué mi atención se posó en una chica que desconocía. ¿Sería por el extraño motivo de que una joven entrara sola, a rezar o a lo que fuere, en la iglesia? ¿Sería porque su serena belleza unida a su elegante indiferencia de lo que la rodeaba me fascinaba a la vez que me contrariaba? ¿Sería solo una atracción sexual? No sé, o no quiero saber.

Tras acordarme de ella he rebuscado entre mis fotos y he encontrado una que le hice a destrangis. No la voy a subir, pues lo que me quedó de la chica no es su físico, sino la impresión que me causó, y aunque la foto pueda ayudar, que de hecho lo hace, prefiero ceder a la imaginación esta tarea.

Por cierto, la iglesia es la Parroquia Sta. María de Caná de F. Higueras.

martes, 17 de mayo de 2011

Vanidad

"El pórtico de la Majestad (Toro, Zaragoza) está configurado como un texto cuyo objetivo era la enseñanza de las Sagradas Escrituras. En las arquivoltas del pórtico se desarrolla una compleja iconografía que recorre el cielo, el purgatorio y el infierno. Aparte del interés propio del pórtico, para nosotros tiene mucho valor un pequeño detalle, casi insignificante, que se puede apreciar a la derecha del pórtico; allí donde comienza el infierno está el demonio dando paso e impidiendo la salida de las almas castigadas, que se representan con figuras semihumanas. Junto a la figura diabólica, representada con sus atributos tradicionales, un personaje vestido de negro sostiene un compás de gran tamaño. Pocas veces en la Edad Media se ha representado al arquitecto, y por lo tanto no existen atributos iconográficos que ayuden a identificarlo; sin embargo el compás siempre estuvo relacionado con la sabiduría esotérica de los maestros de obra. El personaje representado en el primer puesto del infierno, a la derecha del propio demonio, es una de las primeras representaciones del arquitecto como oficio genérico. Un especialista en iconografía e historia medieval nos confirmó que la representación del arquitecto, junto al demonio, en el pórtico de la Majestad trata de hacer presente el peor pecado que puede tener el hombre: la vanidad.

Los artistas y los cómicos, cuando protestan contra la guerra, sólo son un reflejo de la sociedad, de su proximidad. A menudo la distancia que separa a los arquitectos de la sociedad es infinita; los arquitectos también podrían aprender de cómicos y payasos y, abandonando su vanidad, transformarse en un reflejo de la sociedad, de esa sociedad a la que deben cobijar; la arquitetura sólo tiene sentido en la medida que colabore solidariamente a catalizar la esencial búsqueda de felicidad de las personas."*

*Conversaciones de Viaje. Luis M. Mansilla y EmilioTuñón.

(Not) a white blank page

Desgarrador. Un grito ahogado que nace de lo más hondo de nuestro ser. De la necesidad de cada uno de ser amado. Simplemente ser amado...

You desired my attention but denied my affections, my affections

lunes, 16 de mayo de 2011

Polvo de estrellas

- ...Una cuestión filosófica es, por definición, algo a lo que cada generación, o mejor dicho, cada ser humano, tiene que enfrentarse una y otra vez.
- Resulta un poco desolador pensar en ello.
- No sé si estoy totalmente de acuerdo con eso. ¿No es precisamente cuando nos preguntamos esas cosas cuando nos sentimos vivos?*


*El mundo de Sofía. Jostein Gaarder

Sigismund

- ¿Era filósofo?
- Al menos podemos llamarlo "filósofo cultural". Freud nació en 1856 y estudió medicina en la universidad de Viena, ciudad en la que vivió gran parte de su vida. Esta época coincidió con un período de gran florecimiento en la vida cultural de Viena. Freud se especializó pronto en la rama de la medicina que llamamos neurología. Hacia finales del siglo pasado, y muy entrado nuestro siglo, elaboró su "psicología profunda", o "psicoanálisis".*

* El mundo de Sofía. Jostein Gaarder

jueves, 12 de mayo de 2011

Trembling Hands

Y cuando lo pienso, me tiemblan las manos y comienzo a sudar. Todo mi cuerpo, convulso, relampaguea. Y me tiemblan las manos. Y me tiemblan las manos. Y Sudo. Y brinco. Y me tiemblan las manos... 


Cuando le preguntaron, no supo cómo reaccionar. Como rey tenía que ser imparcial, y para ello, tenía que tener en consideración hasta el menor detalle. Todo contaba. Se pasó así, meditabundo, toda una noche. Miraba a la vacua inmensidad que sobre él se volcaba. Sus ojos, de un negro atezado por la inmortalidad, eran un fiel reflejo de lo que ante el se extendía. Cuando por la mañana fue de nuevo preguntado, el rey, incapaz del crepúsculo al despuntar del primer rayo de poder inclinar la balanza hacia un lado, se dejó llevar por un coup de coeur, y tomó así su decisión. 

¡Oh, cuán azaroso se torna el destino cuando los sentimientos entran en juego!

¿Beldad o mentira?

En los albores del sueño

Estanca, una límpida lámina acuosa
tórnase turbia con el torrencial vaivén
de unas infectas sierpes escarlatas, que ociosas,
divagan sobre ella sin permitirte ver.

 Cual pátina de un oxidado bronce
que antaño viose en mejores tiempos,
comienzan dos manos, su roce.
Bienvenido a la ciudad de los perros.
                                                            [Aquí no valen los peros

Entre ellas asoma la roma punta,
rociada con roja escarcha, de la daga
con la que un arlequín en su lucha,
compungido perforó el tórax de la flaca.

En la mortecina penumbra de sus negros
lee uno el aciago sino de aquel que sabe,
De aquel que sabe que no ha sido un sueño,
Por más que hable y hable.

Esto no es sino un sueño, me digo.
Nada más que un sueño, me repito.
Una y otra vez, una, y otra,
Pero ya es tarde para ignorar que es cierto.

Un sueño, un sueño, un sueño…todo es sueño

martes, 10 de mayo de 2011

Sketches for my sweetheart, my drunk!

Haces fugaces de sueños borrachos

Vestigios de una otrora cándida
alma, indefectiblemente pusilánime.
Frugal esbozo de la sempiterna
alegría, me otorga un juicio ecuánime.

¡Oh, infancia sin mácula!
¡Oh, belleza sin interrogante!
¿Qué necesito para saberte mía?

Como un susurro tu respuesta viene a mí.
Como en un último susurro me aferro a ti.
Como en ese último susurro con el que sus labios
                                                                 profanaron mis oídos.

Turbado contemplo mi propia Verwandlung,
y la piel mudada se pierde,
desperdigada, muerta, pasada,...
Hoy no me despediré de ella.

lunes, 9 de mayo de 2011

Se me había olvidado...

...el significado de esta canción

yo al bucle de tu olvido
tú al redil de mis instintos
...
22/04

Voy a hacer en tu honor...

Fantástica canción de este nuevo disco que durante tanto tiempo he anhelado. Quiero tenerlo ya en mis manos...


Voy hacer en tu honor inventarios de pánico.
Voy a hacer en tu honor un safari botánico,
Y poner a secar tus semillas de plástico.

No hay dolor, no hay dolor ten a mano el rosario.
Porque ya callo el dictador o eso dice la radio.
Extendiendo el rumor de que todo es un plagio.

Puestos a pedir que alguien baje y llene el saco,
Puestos a pedir ya no dan abasto.
Tómalo, tómalo, el legado es dramático.
Tengo lleno el salón de arrecifes de barro,
Vendedores de shock cada inviernos sabáticos.

Puestos a pedir que alguien baje y llene el saco,
Puestos a pedir ya no dan abasto.
Puestos a pedir que alguien baje y llene el saco,
Puestos a pedir ya no dan abasto.

Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,
Tómalo, tómalo,

El legado es dramático.

Puestos a pedir que alguien baje y llene el saco,
Puestos a pedir ya no dan abasto.
Puestos a pedir que alguien baje y llene el saco,
Puestos a pedir ya no dan abasto.

Voy hacer en tu honor inventarios de pánico.

viernes, 6 de mayo de 2011

Everybody's gotta learn sometime

Hoy quiero esto...
How happy is the blameless vestal's lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray'r accepted, and each wish resign'd

Alexander Pope


miércoles, 4 de mayo de 2011

Dulces sueños

Songs just come out of poems, and sometimes poems come out of dreams, or reality or something I wanna say...
¿Cuál es el momento más bello que recuerdas haber vivido? Más aún, si dentro de 50 años te plantearas la misma pregunta, ¿cúal crees que sería tu respuesta?

Personalmente creo que son los momentos de unión. Unión en todos sus sentidos. Creo que estos suelen ser los momentos por los que merece la pena vivir la vida. Y ya no solo la unión con otra persona, en cualquiera de los planos, pero que en última instancia se refleja en el amor. Hacerle el amor a una persona...amarla con todos tus sentidos...¿acaso no es esto bello?

Y sinceramente pienso que nos equivocamos al pensar que amaremos a pocas personas...¿Por qué?, me pregunto a veces. ¿Acaso no es hermoso amar?

Se puede llegar a querer...y por ende a amar a un amigo. Se puede amar una canción...Se puede amar a un cantante. Se puede amar un sitio especial para nosotros. Se puede amar a una persona a quien solo has visto una vez, a la imagen que ha quedado grabada a fuego en tu memoria de una persona con la que coincidiste un azaroso día en el que tus pasos y los suyos se encontraron, entrelazándose vuestras vidas por unos segundos para darse de lado más tarde. Un recuerdo quizás...El amor implica ilusión hacia lo amado, y esta es la chispa de la vida.

Parafraseando a Jeff Buckley, que últimamente ronda demasiado por este, mi espacio personal, diré que si bien él quería ser recordado como un buen amigo, yo prefiero ser recordado como alguien que amó. Alguien que amó e intentó ser feliz y extender esa felicidad a los seres que apreciaba. Alguien que valoraba lo que valía la vida, y sabía apreciarla.

Esto no es sino una humilde declaración de intenciones, de ambiciones de toda una vida. Puede sonar idílico, pero si me negara a pensar que puedo alcanzarlo, mi vida sería un camino mucho más dificultoso.

Podría elegir el camino opuesto, el "mal", como nos gusta denominarlo. Pero sincermente pienso que las acciones que más felicidad reportan a uno mismo, al menos en mi caso sí que es así, son aquellas en las que uno se entrega de forma generosa a los demás sin esperar recibir nada a cambio. Uno no pretende que la persona a la que ama le haga mil regalos o lo que sea. El que ama sinceramante solo desea que la persona amada le sonría, ya sea amigo, familiar o acompañante en nuestro camino por un tiempo.

Llamadme romántico, pero quién de vosotros no ha disfrutado al ver cómo aquella persona a quien amáis ha esbozado una sonrisa que vosotros le habéis provocado. ¿Quién puede no amar la belleza? El hombre no nace predeterminado con una forma de ser inherente a él, uno elige cómo y qué ser en la vida.

Un profesor me recuerda a menudo que los artistas muchas veces son aquellas personas que captan la belleza y te la muestran tal y cómo es para que uno la aprecie, ya que solemos ignorarla. Como él dice..."solo cuando Velázquez te pone delante uno de esos mantos de color blanco, que a la vez están compuestos por miles de colores, es cuando uno aprecia completamente la belleza de un simple objeto tan cotidiano como ese". Quizás no sean esas las palabras exactas, pero sí sé que es lo que me transmiten.

Con esto no hago sino recordarme que esto no puedo olvidarlo.


I want to see you shine

domingo, 1 de mayo de 2011

Y cada suspiro que exhalamos era Hallelujah...

¿Escuchaba música pop porque estaba deprimido? ¿o estaba deprimido porque escuchaba música pop?
 No he podido evitar acordarme de esa frase mientras escuchaba los últimos versos de una de esas canciones de Jeff que me llegan directamente al corazón como si de un dardo, fiero, mortífero y preciso se tratase.

No he podido evitar asociar esa pasajera y honda pena a una imagen que minutos antes había contemplado. Más que una imagen...recuerdos. Aunque he de agradecer que al menos los tengo. No queda así mi vida vacía, sería triste no recordar nada del pasado de uno mismo.

No estoy pudiendo evitar en estos momentos suscitar en mi mente otras imágenes que sumadas a esa potencia de voz no hacen sino horadar poco a poco la superficie, hasta que finalmente hacen mella en uno. Es un juego peligroso que me seduce...pero le tengo respeto. Me podría meter en una espiral de la que es difícil salir. Uno solo quiere introducir los pies un poco en el agua, mojárselos durante un rato, y retirárlos antes de que te supere. Es ese tipo de belleza triste que tanto me cautiva. No sabría decir ahora mismo si sería capaz de recordar con más fuerza la sonrisa de una chica, o si preferiría esa mirada perdida, lacónica y sobre todo triste que no suelen abandonar a uno. Son tan bellas ambas...Es por eso por lo que me gusta el pop, creo. Por eso me gusta la melancolía. Por eso me gusta la bohemia. Por eso creo que en mi persona no puede imponerse ni la felicidad más absoluta, ni la mayor tristeza.

Por suerte soy de los que piensan que la verdadera causa de las dos preguntas ahí arriba se inclina más favorablemente hacia la segunda y no la primera. Son esos acordes secretos los que le hacen a uno ser más sensible a todo esto. Si una melodía más animada siguiera los pasos de esta que está sonando ahora mismo, seguramente mi mente divagaría por otros derroteros, pero me gusta esta especia de melancolía. Es ese tipo de melancolía que te hace esbozar una pequeña y casi imperceptible sonrisa cuando te acuerdas de aquella persona. No creo que sea negativa, al contrario, me hace darme cuenta de que soy humano, y que como humano siento, y eso es bello. Me gusta.

Y como creo que a veces cuento mucho, pero de una manera bastante subrepticia, al menos a mí me lo parece, aunque apenas es difícil saber de qué hablo, me gustaría hacerte llegar esa imagen que hace nada intentaba reconstruir en mi mente...a modo de esa famosa magdalena de la juventud de Proust en su búsqueda del tiempo perdido...

¡Oh, poder evocador de las sensaciones! ¡Oh, recuerdos! ¡Oh!

Y habiendo dado por finalizado la lectura de ese libro, puse un poco de música. Una muy suave y dulce melodía llenaba la habitación. La disfrutaba como aquel que saborea una canción por primera vez, al igual que cuando uno sale a correr y no sabe cuánto le falta para llegar...Esa primera vez siempre es especial, es una incertidumbre que te hace pensar que todo dura más de lo que realmente dura, o de lo que te parece que dura en las sucesivas ocasiones que vuelvas a experimentarlo...En definitiva, saboreas hasta el más mínimo detalle de lo que estás viviendo. Lo disfrutas.

Y no podía ser menos con esa voz de fondo. Esa voz... "Oh, mother..." decía...Y cerré los ojos para dejarme llevar por lo que me confesaba al oído. Con esa calidez como abrigo, decidí verte, evocarte en mi memoria sirviéndome de alguna foto. Y vaya si lo conseguí.

Rojo pasión...me gustaba ese vestido. Me sigue gustando cómo te queda puesto. Esas sugerentes curvas permitieron a mis recuerdos traerte a mi mente más vívidamente. La simple imagen de esas ceñidas medias oscuras de leopardo traían consigo su tacto, inherente, e imperecedero...Un tacto artificial, poco comparable al que siguió. El tacto de tu cuerpo...la canción terminaba...bañados por una cálida agua que nos golpeaba sin descanso...la canción emitía sus últimos acordes...el tacto del abrazo de nuestros cuerpos...un quebrado sonido daba cuenta de la proximidad del final de la canción...yo te apreté entonces contra mí...y un roto y frío grito quedó ahogado, cayendo al vacío...imparable, el abrazo nos unió infinitamente...y cada suspiro que exhalamos era Aleluya...

"...over my head..." y su voz se hizo imperceptible como un susurro deshaciéndose en el aire, sin saber por dónde se fue, la dejé de oír. Y en ese momento fui inmensamente feliz...

jueves, 24 de marzo de 2011

Reflexiones en la noche

Ojos cansados. Yemas pegajosas. Materiales por doquier. Bono susurrándome al oído que será un domingo sangriento. Lo que sí tengo claro es que mis ojos estarán inyectados en sangre a la mañana siguiente...Esa larga noche de sábado toca trabajar. El objetivo, hacer una maqueta.

Son horas y horas de soledad en las que uno piensa poco y actúa casi como un robot cuando ha perdido la cuenta de las horas que lleva trabajando. No obstante, una pequeña parte del cerebro se revela constantemente para dejar algunas impresiones. Muchas de ellas irrelevantes, pero una en concreto de las que me asolaron aquel sábado convertido en domingo no pasó inadvertida.

La imagen: un cura hablando a unos jóvenes. El sitio: el salón de actos de un colegio mayor. El momento: no tiene importancia. Esa fugaz instantánea trajo a mi mente unas palabras que haciendo honor al blog, no recuerdo si las llegué a oír en algún momento, y en caso de que sí, tampoco podría asegurar que las dijera la persona en cuestión. Me inclino por pensar que mi subconsciente se decantó por una persona que pudiera transmitirme con fuerza una idea, para rebatirla o hacerla mía...quién sabe.

Una frase fue la clave del discurso: "Sois libres de elegir creer en Dios o no creer en Él". De repente mi mente empezó a trabajar y a discurrir involuntariamente sobre lo que me había ella misma traído desde el onírico mundo de los sueños que me impedía disfrutar a mí mismo aquella noche. Aquel discurso denotaba que Dios estaba implícito en él. Transmitía la sensación de que si elegíamos no creer, elegíamos no creer o ignorar el hecho de que existe, dando por sentado que existe, a pesar de que lo neguemos. Es por ello que mi mente ya cercana a lo febril me dio a entender que esa no había sido la manera correcta de expresarlo.

Inmediatamente, debido a la increíble rapidez de los transistores neuronales otro pensamiento resonó con estruendo en mi cabeza: La vida que ese hombre había elegido era extremadamente simple. Durante la mayor parte de mi vida, cuya infancia ha estado ligada al catolicismo, he admirado el "esfuerzo" que veía en las personas que dedicaban toda su vida a la obra divina y se entregaban a Dios. Para mí la labor de estos curas y monjas era encomiable...Qué difícil me parecía todo aquello... Sin embargo esa noche lo vi desde otra perspectiva. Elegir ser un pastor de Dios en la tierra, ser uno de sus brazos ejecutores, no es sino elegir el camino fácil en el sendero de la vida. Te dan todo hecho y en bandeja. No digo con esto que sea una vida fácil, pero sí que está orientada a unos objetivos desde antes de que la elijas. Pocas decisiones en la vida de una persona implican más facilidad y comodidad que esta. Las ambiciones personales de uno se dejan de lado, tomando importancia las del conjunto, las cuales no vienen marcadas por ti, puesto que siempre han sido las mismas. Una vida dedicada a la oración, a Dios y a servir a los demás...No parece muy difícil...

En mi opinión, y puede que esté equivocado, pero para eso el tiempo me pondrá en mi lugar, lo verdaderamente difícil es aventurarse a vivir la vida como un gran proyecto que cada uno habrá de confeccionar y al cual cada uno tendrá que darle su toque personal. Lo difícil es decidir adónde orientar nuestra vida. Lo difícil es ver que algo no nos gusta y volver a reorientar nuestro camino. Lo difícil, es encontrarle un sentido a la vida terrenal más allá de la mera existencia. ¿Queremos que la vida sea un tránsito que supondrá en la historia del universo menos de lo que supone en nuestras vidas lo que tarda el sol en morir en un atardecer? Ese momento pasa muy rápido...y sin embargo la belleza de un ocaso puede marcar nuestras vidas para siempre.

Y retomando el tema del principio, no pondré en tela de juicio la existencia de Dios, pero siendo cierto que hay alguien ahí arriba (y ya no es ni el Dios cristiano, ni el musulmán, ni ninguno...), ¿no querría este todopoderoso creador ver cómo sus "hijos" prefieren tener una vida completa y llena, rica en todos los sentidos? Sinceramente, no pienso que prefiriera que pasáramos una vida contemplativa en donde todo gira en torno a él. Preferiría que encontráramos nuestro sendero, que tomáramos decisiones, y que fuéramos responsables de ellas...

Y esto, es lo bello de la vida. Una vez leí la siguiente frase, yo la hice mía, y te animo a que la hagas tuya:

La vida es vida...disfrútala

sábado, 26 de febrero de 2011

1...2...3...¡Respira!

Mmm...Ahora mismo mi mente reacciona con bastante lentitud. No soy capaz de hilvanar las palabras con mucha grandilocuencia, y me supone un gran esfuerzo darle una coherencia a las imágenes que me vienen a la mente. Porque son eso, imágenas. Palabras. Recuerdos. Sensaciones. Olores... Es tal el grado de unión que dejo de pensar objetivamente, y me dejo llevar por lo que cada poro de mi cuerpo me transmite.

Estoy sentado al borde de una gran piedra cerca de un terraplén con mucha pendiente. Me encuentro en medio de la Sierra, y se aproxima la muerte del astro rey. Es cierto que me encuentro con otras personas, pero estas han desaparecido de mi mente. Solo me muevo en el plano sensorial. Y es complicado describirlo.

Enfrente hay una montaña de un verde intenso, pero que lentamente pierde su brillo. Se está apagando. La difuminada línea que une las copas de los árboles de la montaña con el cielo se confunden con tonos anaranjados que tienden a ser rojizos conforme dejo pasar el tiempo. Uno pierde la cuenta de cuántos minutos han pasado. Eso carece de importancia. A través de los ojos, y en primer plano, están mis piernas, colgando de la gran piedra. En derredor, infinitud de pequeñas plantas que encierran todo tipo de verdes. ¡Qué espectáculo! Un poco más distantes levantan la cabeza al cielo miles de árboles no muy frondosos, pero que en conjunto te encierran. Uno deja de saber cómo se sale de ese sitio.

Pero esto no es sino un contexto mejor o peor definido. Que a unos ojos cerrados poco han de importar. La vista deja de lado sus funciones. Las delega en el tacto, el olfato, el oído... Millones de pequeñísimos poros a lo largo de toda mi piel beben de ese paraje. La impetuosa brisa que acaricia mi rostro y eriza el vello de mis brazos no hace sino darme escalofríos. ¿Qué tipo de placer es este?

A mi nariz llegan muchos olores que apenas sé distinguir, pero que resultan muy agradables en conjunto. ¿Cómo huele la naturaleza? Al menos sé que me habla...murmura en un lenguaje indescifrable, pero que puedo llegar a oír si presto mucha atención. ¿Qué querrá decirme?

Son demasiadas preguntas...Soy consciente de que posiblemente nunca llegue a darles una respuesta, pero...¿acaso no puedo disfrutar en el intento?

jueves, 24 de febrero de 2011

Mal de la Aurora (Canto)

Tenía las manos ensangrentadas...

Esa mañana se encontraba especialmente guapa. Se había sorprendido cuando se miró al espejo. "Menuda sonrisa de tonta" se dijo a si misma. Era un día especial, por lo que se esmeró más que de costumbre en arreglarse. Se alisó el pelo y se puso el vestido que más le gustaba. Era de un color rojo bermellón que la hacía parecer una mujer explosiva, indomable. Y lo era...

No cogió nada más que el pequeño bolso negro que solía llevar y que tanto le gustaba. Allí solía guardar el teléfono, pañuelos, un pintalabios, cacao para estos y poco más. No era muy dada a cargar peso por cargarlo.

No fue la única que se percató de lo especialmente bella que se encontraba esa mañana, el mismo recepcionista del hotel, cuando dejó la llave de la habitación en recepción, no pudo evitar decir: "Hoy se encuentra espléndida señorita"

Cuando salió por la puerta giratoria del hotel el sol la cegó por unos momentos. Poco a poco fue adaptando la visión a la claridad matinal. Eran apenas las 10,15 de la mañana. Aún faltaba mucho para su encuentro. Se dirigió a la cafetería que se encontraba al lado de su hotel y se sentó en una mesa desde la cual podía observar el gran parque que tenía enfrente. Le gustaba ver a los niños corretear y jugar entre ellos. Era una imagen preciosa ver cómo los padres hacían todo tipo de tonterías por sacarles una sonrisa a sus hijos. Aún era demasiado joven para plantearse la idea de tener hijos con su pareja, pero ya empezaba a sentir su instinto materno. Era feliz...Le entraron ganas de verlo, pero sabía que hasta dentro de una semana no podría. Justo en ese instante recibió un sms.

Cariño, que al final se cancela el fin de semana
pesquero con el jefe. Parece ser que se ha puesto
gravemente enfermo su padre y hemos dado media vuelta
en cuanto nos hemos enterado. En media hora estaremos de vuelta.
¿Te apetece que quedemos para dar una vuelta ahora que
estamos los dos de vacaciones?
Un beso...


Le respondió de inmediato, tenía muchas ganas de verlo ahora que disfrutaban de un poco de tiempo libre...ya que sus trabajos, a pesar de que les encantaban, los absorbían casi completamente. Quedaron media hora más tarde en la esquina donde solían quedar de jóvenes. Se apresuró en beberse el espeso batido y fue yendo.

Cuando llegó ya estaba allí. Se lanzó a sus brazos y se fundió en un abrazo con él. Le encantaba su olor...siempre tan exquisito. Al menos con él no tendría que dar vueltas por la ciudad hasta el esperado encuentro. Él le enseñó recovecos de la ciudad que ella aún desconocía. Parecía mentira que llevara viviendo allí 6 años. Se despidió de él a las 8 de la tarde, después de un intenso día acabaron en su piso viendo una película que llevaban años sin ver y que a él tanto le gustaba. Le costó salir por la puerta, pero tenía una cita a la que acudir y no quería retrasarse. Se despidieron con un beso en la comisura de los labios y un abrazo.

Con paso rápido se fue al metro. Quería impregnarse de la apatía y hastío que reflejaban los cansados rostros que deambulaban como almas en pena por el subsuelo. Ahí abajo apenas había personas. Eran todos sombras de lo que en su día fueron hombres y mujeres con ambiciones y felices. Allí, en el reflejo que se podía ver en los cristales de los veloces metros al pasar enfrente de uno podía ver uno su propia identidad. Caras desfiguradas, personas con rostros difuminados, perdidos en el río de una ciudad cuyo ritmo los ha superado. Simplemente se dejan llevar sin oponerse a la fuerza del río, que impetuoso, sigue su corriente hasta que finalmente caen por la catarata. Una honda tristeza empecó a adueñarse de su corazón. Precisamente lo que quería. También ella había pasado a formar parte de ese via crucis. El peso de su carga iba haciéndose cada vez más pesado. Agradeció que la parada estuviera cerca. Salió presurosa del metro, no quería sumergurse más en tanta miseria. Subió los escalones de dos en dos para salir al exterior, cuando una bocanada de aire le golpeó la cara. Era completamente de noche.

Andó durante 5 minutos hasta que llegó al lugar donde debían verse. Enfrente de ella se extendía un amplio campo de rugby en el que otras veces había visto jugar a varios equipos. Todo estaba en silencio. Un silencio que poco después se vio interrumpido por los pasos de una figura masculina que se atisbaba a unos 50 metros. Estaba segura de que era él. Sin ningún tipo de duda. Se acercó a ella y se apoyó en la barandilla mirando al frente, en su misma posición.

"Cuánto tiempo...¿no?" - dijo él por fin

"Sí" - respondió ella, cortante.

"¿Por qué después de tantos años?"

Ella lo miró...Seguía tan guapo como siempre. Ahora además parecía más maduro. Seguro que seguía triunfando con el género femenino. Ahora incluso más. Sin embargo, en su rostro se reflejaban unos signos que delataban el rápido desgaste que estaba infligiendo a su cuerpo, obligado a viajar a velocidad de crucero y viviendo la vida siempre al límite. Aquello no podía ser sano...pronto le acabaría pasando factura.

"Te odio" - fue la respuesta a su pregunta.

Él permanecio en silencio, cabizbajo. Entonces ella introdujo la mano en su bolso en busca de algo. Sin mirar fue tanteando en su interior hasta que lo encontró. Lo asió con fuerza y lo levantó en el aire, en donde refulgió por unos segundos a la luz de la luna, para finalmente asestarle un golpe en la cabeza que lo tumbó de inmediato. No pudo oponer resistencia.

Lo miró desde lo alto. Estaba en el suelo boca arriba rodeada su cabeza de un círculo de sangre. Aún no había muerto, solo estaba semiinconsciente. Se puso encima de él, de rodillas. Le desgarró la camiseta. Había deseado esto desde hacía mucho, y quería tanto disfrutarlo como que él lo disfrutara. Recorrió su pecho con la punta de su cuchillo. Seguía demasiado confuso como para darse cuenta. Poco después sacó una cuchilla de afeitar de su bolso...en el que solo tenía lo estrictamente necesario, y empezó a afeitarle el pecho. Entonces no pudo aguantar más la rabia y le rajó con esta en diagonal, provocándole una herida desde el pecho al ombligo. Empezó a sangrar. Con la sangre vino un alarido de dolor. Estaba disfrutando....
No quería jugar más, solo disfrutar. Volvió a coger el cuchillo, y empezó a hundírselo en el pecho una y otra vez. Una y otra vez. Una....y otra vez... Siguió hasta que no pudo más. La sangre le había salpicado en la cara y por todo el cuerpo y la ropa. En su pecho apenas se podían reconocer los pectorales de los que antaño tanto se había jactado. No era sino un muñeco exánime que estaba tendido en el suelo...Se levantó para mirar al cielo.

Ahora se encontraba tranquila. Nada podría perturbar la paz interior que albergaba en esos momentos. Acto seguido alzó las manos y se las contempló. Aún tenía el cuchillo con el que le había quitado la vida en la mano derecha. Bañadas por la luz de la luna, la sangre escarlata que tenía por todo su cuerpo desprendía magia. Una sensación de confort invadió todo su cuerpo...

Tenía las manos ensangrentadas...

Metamorfosis (realidad o ficción)

Cuánta belleza...después de 3 años aún no lo había olvidado.

Parece mentira que en esa ocasión lo admirara, pero desde otra perspectiva. Ahora con el tiempo era capaz de comprender mejor lo que amaba. Era un sentimiento más maduro. Seguía siendo maravilloso, y lo único que lo estropeaba era simplemente lo que lo convertía en lo que era. ¡Qué curioso! Como la poesía de Juan Ramón, habría sido más bella desnuda, sin ninguno de esos ropajes...

Después de 13 días intensos aquella apetecible tarde se volvió más relajada. Como no teníamos prisa, aprovechamos el lugar para hacer una parada. Ambos nos sentamos en el suelo. Ella no dejaba de mirar con los ojos de aquel que ve por vez primera. Devoraba cada detalle. Eran esos momentos en los que a mí me parecía que resplandecía más. Yo, aunque era la segunda vez que tenía el placer de estar ahí, seguía sorprendido.

Apoyé la cabeza sobre sus piernas. La miré a los ojos durante un momento. Esbocé una sonrisa...y poco a poco fui cerrando los ojos. No pretendía dormirme allí, solo descansar un momento...Sería solo unos segundos...


Esta tarde la he pasado, como de costumbre, enfrente del ordenador. Siempre investigando y buscando información sobre aquello que me interesaba. Hoy además se me había propuesto un juego en torno a la figura de Le Corbusier que me resultó muy agradable...He podido descubrir cosas muy curiosas sobre su persona. Aquellas mañanas en las que dibujaba y dibujaba mientras su mujer le preparaba el desayuno (sería bello vivir algo así...); y esas tardes enfrentándose al papel, y a él mismo, todo por proyectar el mejor de los edificios...Siempre superándose. Pero no ha sido esto lo que más me ha llamado la atención...


Aún con los ojos cerrados, noté como su mano se posaba sobre mi mejilla y me acariciaba el rostro con las yemas de los dedos...Estos se movían lentamente por cada surco, por cada arruga, por cada facción...Parecía que era la última vez que me vería, y que pretendía memorizar perfectamente cómo era mi cara...Seguí disfrutando del baile que prefería como pista mi cara...

Entonces me vino una imagen a la cabeza. Había sido un amanecer precioso. En esos momentos el cielo se había tornado naranja. Me encontraba a la orilla del mar de Cap Martín. Serían en torno a las 11 de la mañana de un 27 de Agosto. Contemplé el horizonte durante unos instantes...e inspiré hondo. Había llegado la hora. Lentamente me fui introduciendo en el agua, mientras una melodía repiqueteaba en mi cabeza. Aquella canción...sería mi única compañera en mi último viaje. Estaba contento. No me hacía falta nada más. Sumergí la cabeza en el agua cuando me llegaba por el vientre. Estaba fría, muy fría. Me adentré en el mar. Cada vez estaba más lejos de la orilla. Llegado un determinado momento, empecé a bucear. Buceé y buceé. Había descendido mucho, y mis pulmones no podrían aguantar mucho más. No obstante, seguí descendiendo. Cuando no pude aguantar más la respiración, me giré y miré hacia arriba. El exterior se veía precioso a través del agua. Era como una ventana...Hacía frío, y todo estaba oscuro. Solo un atisbo de luz me confirmaba que no me hallaba en un sueño. Poco a poco todo se volvió aún más oscuro, lentamente...hasta que el negro me sumió en una oscuridad absoluta. Todo había acabado.


Muro de Luz . Iglesia de Ronchamp

Entre espasmos, me desperté de la pesadilla. Ella seguía contemplándome. Su rostro me tranquilizó. Tú... La abracé fuerte. No quería separarme de ella.

Me incorporé de nuevo y proseguimos la visita del museo. Me sentía raro. Apenas había descansado 10 minutos, pero no era el mismo que antes. Pensé en la metempsicosis que decía Jim Morrison que sufrió por parte de un indio al que vio morir. El rey Lagarto lo cantaba así en su celebre "Riders on the Storm": <<Ghosts crowd the young child`s fragile eggshell mind>>
Eso era imposible, lo descarté de inmediato. ¿Por qué querría el más grande de los arquitectos del siglo XX adueñarse de mi alma? No...no era eso, pero sin embargo...ese sueño había dejado algo en mi interior. Era solo una sensación. Intuía que algo era diferente. ¿Sería ese algo lo que diferenciaba a unos pocos de la gran mayoría? El tiempo lo diría...


Después de terminar el mail, se lo envié a mi profesora con las 5 ficciones que creía haber oído en clase. No ganaría el premio, pero aún así, había aprendido, por lo que el día nada más que por eso fue de provecho.


Ese día yo había sido él por unos instantes. Lo había sido... En mi mente quedará para siempre el recuerdo. En la realidad, haría todo lo posible por recuperar esa sensación, y por superarlo y superarme. Tenía tiempo. Solo contaba con 18 años...Toda una vida por delante para dedicarla a una sola ambición. Vivir.

Una mañana Catherine se despertó
hecha un brazo de mar,
metamorfoseada.
"¡Mira que bien! -exclamó- tengo tetas, ¡oh!
oh la la, qué buen par,
soy una monada.

lunes, 7 de febrero de 2011

(Dés)espoir

¿Por qué te levantas cada mañana de la cama? ¿Por qué sigues viviendo? ¿Para qué?

¿Alguna vez te has parado a pensar el motivo de tu existencia? Solemos movernos de aquí para allá sin un motivo fijo que guíe nuestros pasos. Toda nuestra vida se hilvana en torno a decisiones que tomaremos con más o menos acierto, pero de lo que somos incapaces muchas veces es de saber hacia dónde queremos que nos lleven esas decisiones. ¿Alguno tiene claro cómo quiere que sea su vida? ¿Alguno sabe qué ha de hacer para que los días que aquí pasemos valgan la pena? Yo no me limitaría a vivir sin pena ni gloria. Prefiero darle un sentido a mi vida.

O mejor dicho, prefiero encontrarle ese sentido inherente a ella. Ese motivo por el que queremos vivir. Aunque mi juventud e inexperiencia me impida ser muy elocuente con mis ideas, al menos intento que todo lo que haga tenga una razón. No quiero irme de aquí y desvanecerme en el viento. No quiero ser polvo en el aire. Ansío descubrirme y que me descubran. Anhelo amar. Deseo mostrar todo mi amor a la humanidad...Quiero aportarle mi granito de arena. ¿Tú no?



Te preguntarás...y ¿cómo?. Eso, mi pequeña y maravillosa criatura, es algo que tienes que decidir por ti mismo.

El tiempo vuela

¿A qué estás esperando para alzar el vuelo? ¿Acaso crees que te van a esperar a que el señorito se decida a mostrar su mejor versión? Si no recapacitas, querido mío, nunca podrás coger el tren que te espera en la estación.

Tienes en tu mano viajar en primera clase, con plena comodidad, sin que nadie te moleste. No obstante prefieres pasar desapercibido en un inmundo vagón de tercera. La gente se apresura a montar en él y a coger los mejores asientos. Tú estás ahí afuera, observando desde el andén la velocidad con la que algunos se mueven para llegar los primeros. Tú, impasible, aun sabiendo que podrías ganar la carrera, te quedas embobado con la bella y efímera niebla matinal que sume toda la estación en un sueño profundo y transitorio.

Por favor, no te dejes encandilar por ese onírico mundo basado en un pastiche que te dejará caer en el abismo a las primeras de cambio. No bases en él tu razón de vivir. Este se esfuma y diluye escurriéndose entre las rejillas del suelo de la estación, siéndote imposible seguir allá adonde él decida ir.

Simplemente avanza, da un paso al frente, engrana la maquinaria, que tiempo ha te había mostrado parte de su potencial. Sabes que no estás ofreciendo ni una mínima parte de lo que puedes dar. ¿Ya te han dejado de gustar los retos personales? ¿Simplemente quieres vagar sin pena ni gloria, o prefieres ponerte metas altas muy difíciles de conseguir pero que una vez conquistadas sus cimas, te inunda una felicidad sin parangón?

Este es un momento idílico para ti, y lo sabes. En muy pocas ocasiones podrás disfrutar de una situación personal como la de ahora. Reconoce que te va bien en la inmensa totalidad de los sentidos. No te puedes quejar. ¿Y tú no piensas dar nada a cambio?

Quid Pro Quo. No te limites a recibir y consumir lo que encuentras. Al final te quedarás sin alimento, y morirás lentamente de inanición.

Haz que el significado de tu nombre no se limite a un propósito. Deja que tu alma se expanda. Haz que dios se acreciente en tu pecho. Sé bello. Sé extraordinario. Sé diferente. Sé magnífico. Sé tú. Tú y solo tú. Siente asco por perder el tiempo en banalidades. Sí, son necesarias, pero no en exceso. Necesitarás descanso, pero este siempre lo podrás encontrar si por el camino no te dedicas a perder el tiempo.

Y, ahora sí, hazme caso. Llevas mucho tiempo deseando cambiar, pero nunca lo haces. Te acomodas allá adónde vas, y vives como un rey. El único problema es que ahora...te van a comer. ¿Quieres destruir todo lo que tienes? ¿No prefieres que tus sueños se cumplan?

Yo te conozco muy bien, desde hace mucho tiempo te vengo observando, viendo cómo te comportas en tu día a día. Al principio me quedé callado, pues no tenía poder ni palabra para hacerte entender. Sin embargo ahora que con los años me he hecho más intransigente, no pienso dejar pasar ni una más. Hoy me has decepcionado. Y no es la primera vez...últimamente estás que te sales, chaval.

No me hagas tener que repetir estas palabras, pues seré mil veces más severo contigo, y supongo que eres consciente de que puedo, pues ambos nos conocemos muy bien, casi a la perfección.

Y como te conozco...voy a terminar con esa canción. Ambos sabemos el significado tan valioso que siempre ha tenido para ti. No dejes caer en saco roto tu esfuerzo.



Se despide, un amigo. Un amigo que con todo su corazón desea verte refulgir. Déjame ciego.


Fdo.:

يوسف مريم

jueves, 13 de enero de 2011

·¿Alguna vez has conocido a alguien extraordinario?·

Haz que reluzca con todo su esplendor. Incítalo a que fascine al mundo.

No te dejes engañar por aquel que alardea de su superioridad. No es más que una marioneta cuyos imperceptibles hilos son movidos por otros. No es sino otra pieza más de un gran rompecabezas, que tiene una función que cumplir, la cual en ningún momento fue designada por él mismo.

Las verdaderas maravillas son sensibles a todo lo que les rodea, siendo capaces de ver la magia allí donde nuestros ojos no ven sino algo rutinario.

¿Acaso no son increíbles?



Y perderme en tu mirada...

lunes, 10 de enero de 2011

Niebla

-La pureza deja paso a la confusión-

Perdida en un bosque que no llega a comprender. Una urdimbre confeccionada por una mente alienada que no encuentra su lugar. Desquiciada, mi pobre niña intenta salir de ese laberinto. Está desorientada. Mi pequeña no sabe adónde ir. Teme perderse. Temblorosa gimotea en silencio. Está sola. Nada ni nadie podrá ayudarla a huir de allí. Esa es su tarea.

Maldita la hora en que me conoció, pensará.

En verdad disfruto viendo cómo intenta escapar. Corre. Y corre.Y corre...pero nunca consigue huir de allí. Podría indicarle el camino...pero eso me dejaría sin mi entretenimiento. Además, ¿acaso no presumía ella de ser una temible depredadora?...Menospreció a su contrincante...¡qué error más grave! ¿Rogaría por salvar su vida? Seguramente...Solo pensar que el ser humano tiraría todos sus principios por la borda en una situación como esta me produce arcadas.

La niñita vuelve a pararse, y se arrodilla en el suelo. Lloriquea desvalida mientras se balancea tapándose el rostro con las manos, que tiene bañadas en sangre por todos los arañazos. Llegó el momento...

En medio de la oscuridad, pobremente iluminada por la trémula luz de unas farolas que la niebla ahoga y deja morir en silencio, unos cadenciosos pasos empiezan a oírse, amortiguados por el fluir de un gélido viento, que será el único que presencie el trágico final que se acerca. La joven no trata de huir. Sabe que es demasiado tarde. Simplemente permanece quieta, aún ocultando su rostro.

El sonido de los pasos empieza a oírse cada vez más cerca, y poco después, la figura de un hombre alto de parsimonioso andar empieza a entreverse. Surge de la niebla que los rodea como si de una pesadilla se tratase. Cuando apenas los separaban dos metros, este se paró.


Él levanta la cabeza y mira al infinito. No mira al cielo. No mira a las estrellas. Intenta ver más allá. Tras unos segundos cierra los ojos. Para ver aquello que busca no los necesita. Inspira hondo, y en ese momento la chica se atreve a levantar la mirada y observarle, aún de rodillas. Su vestido hecho jirones y su largo cabello, totalmente alborotado, eran el contrapunto perfecto a aquel hombre misterioso, que vestía un traje negro impecable. Su melena, que ondeaba al viento, la hubiera embelesado antaño, pero el pánico era más poderoso.

Él sigue disfrutando de la noche. Absorto en sus cavilaciones, solo es consciente de las finas gotas de agua que la densa niebla le regalaba y le posaba en sus mejillas. Inspira hondo...le gustaba esa sensación. Podría estar así horas y horas. Para una mayor conexión con la naturaleza circundante, extendió los brazos, y los colocó a la altura de los hombros, con las manos abiertas y con las palmas hacia arriba. Pretendía camuflarse. Nada le hubiera gustado más en ese momento que vaporizarse y seguir el camino que el viento le dictase en aquella niebla que todo lo parecía cubrir. Mas sabía que eso no ocurriría...Tendría que conformarse con ese lacerante frío que tanto lo gustaba.

Cuando hubo dado por acabado esa especie de ritual, la miró fijamente a los ojos. Era una mirada tan intensa... Ninguno habló durante unos minutos. Fue ella la que se pronunció, ya que no podía seguir mirándole a los ojos. Esos ojos...La dejaban sumida en un horror que no quería recordar.

Con una imperceptible voz, casi un susurro, le preguntó:

"¿Por qué?..." - dijo mientras se ponía en pie

"Ya sabes la respuesta"

Acto seguido sacó un puñal del interior de su chaqueta y sin dubitar ni un segundo, lo blandió en el aire y se lo clavó en el pecho, perforándole el corazón. Una cara de espanto cruzó por la cara de la chica. Profirió un grito apagado que murió en su garganta. Retorció el puñal al tiempo que le decía:

"Esto me pertenece"

La chica cayó al suelo inerte. Él, pese a que sabía que estaba muerta, y enajenado por la locura, siguió acuchillándola de rodillas. Una vez. Y otra. Y otra. Y otra...Hasta que, exhausto, se dejó caer hacia atrás.

Con una respiración entrecortada por el esfuerzo, volvió a mirar al cielo...y esbozó una sonrisa.

"Por fin..."

-La pureza deja paso al caos-

jueves, 6 de enero de 2011

Eerie whispers

Una espléndida noche.

Creo que es el lugar que más extraño. Ese lugar secreto en donde solía pensar. Hoy vuelvo a disfrutar de él, es como mi pequeño santuario. Sin más ornamento en él que una vieja silla de mimbre, me dispongo a contemplar la noche, que ha decidido ponerse coqueta y engalanarse con su más preciada bisutería. En pocas ocasiones he visto tantas estrellas juntas.

Me pongo cómodo y me acurruco en la silla esperando que la bata consiga evitar que me resfríe. Aunque sea invierno me niego a no concederme el placer de pensar durante unas horas a solas.
No se hable más, llega el momento de la introspección.

A este le acompañan los susurros del viento, que está celoso de que sean otros los que me agasajen. Pero no te preocupes mi viejo amigo, esta noche seré todo tuyo. Por ti he esperado tanto, y a ti me entrego. 
Aunque reacio al principio, pronto me deleita con sus suaves contoneos. Me acaricia la mejilla con sus manos de seda. Cierro los ojos y me dejo llevar. Le gusta jugar conmigo, lo noto.
Pronto se desnuda ante mí, y me permite ver aquello que ando buscando.
"Aquí estás..."

¡Qué bello! Por mucho que me empeñe en infravalorarlo, no es menos cierto que le tengo aprecio, y que en estos momentos de absoluta serenidad, en los que paso a ser un elemento más de aquello que me rodea; en estos momentos, le tengo aprecio, y me alegro de que sea así. Aún ha de pulirse, y ya no es tan puro como antaño, pero brilla con una luz tan vehemente y cándida que no puedo sino admirarlo.

Pero ahora es momento de proseguir solo. Tú, ansiado lector, no tienes permiso para ver lo que se escondía más allá. Quizás otro día te lo cuente...o no...